miércoles, 31 de octubre de 2012

OFRENDA DEL DÍA DE MUERTOS



No importa su tamaño ni si es pobre o rica, lo que importa es que la ofrenda de muertos se prepara especialmente para agradar y consentir a nuestros difuntos que nos visitan cada año.

La Ofrenda del Día de Muertos nos permite compartir con nuestros difuntos la comida, el agua y, por qué no, el vino. El ofrendar nos permite estar cerca de nuestros muertos y recordar su vida; es por esto que la ofrenda es un ritual que refresca la memoria.

La ofrenda es una mezcla cultural ya que los europeos añadieron flores, ceras, velas y veladoras, mientras que los indígenas agregaron el sahumerio con su copal, la comida y la flor de cempasúchil.

Cabe mencionar que la ofrenda debe de contar con varios elementos esenciales, los cuales en caso de faltar, ocasionan que se pierda el encanto espiritual de esta tradición:

El altar.- Se coloca en la parte más importante de la casa y en él se coloca la ofrenda para los muertos. Se divide en dos niveles: una mesa y el suelo que representan el cielo y la tierra. En la mesa se colocan las imágenes, el agua, la comida y las veladoras; en el suelo el incienso, las semillas y las frutas. Suele adornarse con papel picado, distintos tipos de telas y figuras de barro.

El agua.- Simboliza la fuente de la vida y la pureza del alma. Es ofrecida a las ánimas para que calmen su sed después del largo camino recorrido y fortalezcan su viaje de regreso al más allá.

Las calaveras de azúcar.- La pequeña simboliza a la  Santísima Trinidad, la mediana a la muerte y la grande al Padre Eterno. Suelen llevar en la frente el nombre de los difuntos.

La comida.- Tiene como finalidad deleitar a nuestros muertos que nos visitan. Por lo general, suele ponerse aquella que era la favorita del difunto.

Copal e incienso.- Representan la oración, la alabanza y la unión con Dios. Es una fragancia de reverencia que se utiliza para limpiar el lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a casa sin ningún peligro.

Cruz grande de ceniza.-  Expía las culpas de las ánimas cuando éstas llegan al altar.

Cruz de tierra.- Sirve para recordar la fe… "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás".

Las flores.- Simbolizan esta celebración debido a sus colores y aromas, por lo que sirven para adornar la ofrenda. El alhelí y la nube significan pureza y ternura por lo que suelen acompañar a las ánimas de los niños. En muchos lugares se acostumbra hacer caminos de cempasúchil que sirven para guiar al difunto, además que simbolizan la riqueza.

Imagen de las Ánimas del Purgatorio.- Sirve para pedir la salida del alma del difunto del purgatorio.

El izcuintle.- Es el elemento fundamental en la ofrenda para los niños…El  perrito izcuintle en juguete, se coloca para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar.

El pan.- Es uno de los elementos más importantes ya que simboliza la fraternidad.

El petate.- Se coloca para que las almas de nuestros difuntos puedan descansar en ellos, pero también funcionan como mantel para colocar los alimentos.

El retrato.- No puede faltar una fotografía del difunto.

La sal.- Es el elemento de purificación y sirve para que el cuerpo no se corrompa en el viaje.

Velas, veladoras y cirios.- Su flama representa la luz, la fe y la esperanza. Sirve de guía para que las ánimas puedan llegar a su destino. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, por lo que el número de ellas en el altar dependerá de las almas que se pretendan recibir. Se dice que el número de cirios debe der ser número par y que de preferencia deben de ser moradas ya que este color representa el duelo.

La ofrenda, no sólo les permite a nuestros muertos beber, comer y descansar, sino que también convivir y compartir con sus seres queridos. 

Samantha Aguilar

martes, 30 de octubre de 2012

DÍA DE MUERTOS: Orígenes



Es una celebración 100% mexicana en donde se honra la vida de los difuntos. El Día de los Muertos se celebra el 2 de noviembre, casualmente el mismo día que la Iglesia católica festeja el Día de los Fieles Difuntos. Cabe mencionar que el 7 de noviembre de 2003, la Unesco declaró esta fiesta como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Los orígenes de esta celebración se remonta a la época de los mexicas, mayas, purépechas, nahuas y totonacas. Por ejemplo, los mexicas honraban a los pequeños muertos en el Miccailhuitontli y a los muertos grandes en el Ueymicailhuitl.
El festival, que luego se convertiría en el Día de Muertos, se celebraba el mes noveno del calendario solar mexica. Las festividades eran presididas por la Diosa Mictecacihuatl, conocido como la "Dama de la muerte" (actualmente correspondiente con la Catrina) y esposa de MictlantecuhtliSeñor de la tierra de los muertos”.
Durante Julio se celebraba el Miccailhuitntli, en donde se acostumbraba cortar un árbol llamado Xócotl, al que se le sacaba la corteza y se adornaba con flores, para hacerle ofrendas y reverencias. A comienzos de Agosto, se llevaba a cabo la fiesta Ueymicailhuitl, en donde se realizaban rondas ceremoniales, banquetes y sacrificios humanos, mientras cantaban y danzaban adornados con plumas y cascabeles; durante esta celebración se solía elaborar altares de los familiares difuntos. Al término de la celebración, el Xócotl era derribado.
Los entierros prehispánicos solían ir acompañados de ofrendas que contenían dos tipos de objetos: aquellos que habían sido utilizados por el muerto y aquellos que podría necesitar en su tránsito al inframundo.
Cuando los conquistadores españoles llegaron a América, vieron con desagrado y temor las practicas paganas de los indígenas, sin embargo con la intención de convertirlos al catolicismo, movieron esta fiesta a inicios de noviembre para que coincidiera así con las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas.
El Día de Todos los Santos es un día después de Halloween en donde se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario. La mezcla de esta celebración con las tradiciones prehispánicas dio como resultado el actual Día de Muertos en el que cada 2 de noviembre las personas acostumbran visitar los panteones y pasar allí toda la noche acompañando a sus muertos.

Samantha Aguilar

lunes, 29 de octubre de 2012

HALLOWEEN: Historia



Rompiendo la línea entre abundancia y escasez, otoño e invierno,  la vida y la muerte… Halloween reúne tanto la celebración como la superstición. Se cree que su origen se inspiró en la antigua fiesta pagana celta, Samhain, en donde la gente solía encender hogueras y usar disfraces para alejar a los fantasmas.

Los celtas, un grupo guerrero que vivió hace 2.000 años en la zona que ahora es Irlanda, Reino Unido y Francia, celebraban su año nuevo el 1 de noviembre ya que este día marcaba el final del verano y la cosecha y el comienzo del oscuro y frío invierno; una época del año que a menudo se asociaba con la muerte. Los celtas creían que la noche antes del año nuevo, la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos se hacia borrosa, por lo que la noche del 31 de octubre celebraban Samhain, ya que creían que ese día los fantasmas de los muertos regresaban a la tierra para causar problemas y dañar los cultivos; sin embargo, también pensaban que la presencia de los espíritus, facilitaba a los druidas (sacerdotes celtas) hacer predicciones sobre el futuro.

Para conmemorar el evento, los druidas construían enormes hogueras sagradas, en donde las personas se reunían para quemar cultivos y animales como sacrificios a las deidades celtas. Durante la celebración los celtas vestían trajes, normalmente consistían en pieles y cabezas de animales, e intentaban predecir el futuro. Al término de la celebración, se encendía de nuevo el fuego de la hoguera sagrada  como símbolo de protección del invierno.

En el año 43 D.C., el Imperio Romano había conquistado la mayoría del territorio celta. En el transcurso de los 400 años que gobernaron las tierras célticas, dos festivales de origen romano se combinaron con la tradicional fiesta Samhain: Ferali, celebrado a finales de octubre cuando los romanos conmemoraban el paso de los muertos y Pomona, día para honrar a la diosa romana de las frutas y los árboles.

El 13 de mayo del 609 D.C., el Papa Bonifacio IV decidió dedicar el panteón Romano en honor de todos los mártires cristianos, fue así como la fiesta Católica, Día de todos los mártires, fue establecida en la Iglesia occidental.

En el siglo VIII, el Papa Gregorio III designó el 1 de noviembre como el día para honrar a todos los Santos y mártires… La fiesta de todos Santos, la cual incorporó algunas de las tradiciones de Samhain. En el año 1000, la Iglesia designó el 2 de noviembre como el día de los muertos.

La celebración de todos los Santos fue también llamada All hallows y la noche anterior, la tradicional noche de Samhain, comenzó a ser llamada All hallows Eve, nombre que más tarde evolucionaría a Halloween. Con el paso del tiempo, Halloween se convirtió en un evento secular, basado en actividades comunales caracterizadas, principalmente, por bromas infantiles como el de “dulce o truco”.

La celebración de Halloween fue sumamente limitada en las colonias de Inglaterra debido a las creencias religiosas sumamente rígidas, sin embargo, una versión claramente estadounidense de Halloween comenzó a surgir debido a la mezcla de las creencias y costumbres de diferentes grupos étnicos europeos con la de los indios americanos. Los primeros Halloween consistían en eventos públicos en donde se celebraba la cosecha y en donde los vecinos acostumbraban contar historias de fantasmas, decir la fortuna, bailar, cantar y hacer travesuras.

En la segunda mitad del siglo XIX, América fue inundada con nuevos inmigrantes, especialmente por millones de irlandeses quienes ayudaron a popularizar la celebración de Halloween a nivel nacional. Tomando las tradiciones irlandeses e ingleses, los estadounidenses comenzaron a vestirse con trajes e ir de casa en casa pidiendo comida o dinero.

A finales del siglo XIX, Halloween dejó de ser una celebración supersticiosa y religiosa para convertirse en una fiesta de disfraces en donde participa toda la comunidad y en donde se acostumbra pasar de casa en casa pidiendo dulces.

Samantha Aguilar

jueves, 25 de octubre de 2012

EL CAÑON DEL SUMIDERO


UN VISTAZO A MÉXICO


Ubicado al noroeste de Tuxtla Gutiérrez, el Cañón del Sumidero decretado Parque Nacional el 4 de Diciembre de 1980, es uno de los atractivos mundialmente conocidos de nuestro país y sin lugar a dudas, recorrer esta maravilla natural es toda una experiencia.

Tiene un acantilado cuya altura es más de 1,000 m del nivel del agua, tiene casi 32 km de longitud y su anchura va de los 200 m al nivel del agua a los 2 km en la parte alta.

 A lo largo del río Grijalva, el cuál tiene una profundidad de más de 250 m, podrás apreciar bellezas naturales únicas formadas en las paredes del cañón como: La Cueva del Hombre, La Cueva del Silencio, La Gran Curva, La Cascada Grande, El Castillo, El Cordón de Plata, el Árbol de Navidad, El Jardín y el Cañón de Muñiz.

Esta falla geológica se abrió hace aproximadamente 12 millones de años y es considerada una de las más espectaculares de América. Sus muros de piedra, tienen una altura de más de 1,300 m desde la profundidad.

Para recorrerlo es necesario agudizar nuestro sentido de la vista ya que encontrarás extrañas formaciones geológicas y una gran cantidad de flora y fauna. Gracias a la distinta intensidad de luz y calor sobre las paredes y salientes y a los cuantiosos escurrimientos, se crearon varios microclimas que se observan en la flora y la fauna a diferentes alturas, por ejemplo la vegetación siempre verde que bordea el cauce, es hábitat de: cocodrilos, monos araña, tortugas y aves multicolores.

La inclinación de sus paredes permitió la formación de cuevas en cuya pendiente caen magníficas y hermosas cascadas, como el Árbol de Navidad. Cuenta con 5 miradores, desde los cuales es posible observar todas las riquezas naturales del lugar: La Coyota, El Tepehuaje, el Roblar y Los Chiapa; este último mirador se encuentra a la altura máxima y cuenta con un restaurante de comidas y bebidas típicas.


El recorrido termina donde el estrecho cañón se abre, brotan unas hermosas cascadas y se forman amplias y verdes cañadas… Este es un viaje por uno de los lugares más maravillosos de México y de profundo significado para los chiapanecos.

Navega en una embarcación, observa un milenario universo de piedras, ve a los cocodrilos en su hábitat natural calentándose con los rayos del Sol y detente frente al Árbol de Navidad.



Samantha Aguilar