Mirada de reojo, labios
finos, cejas y pestañas ausentes, manos grandes, sonrisa indescriptible, paisaje
lleno de sombras y colores indefinidos…
Pintado por Leonardo Da Vinci de 1503 a 1506, La Mona
Lisa es considerado el retrato más famoso de todos los tiempos y es reconocido
como icono cultural; y a pesar de su medio siglo de vida, aún existen muchas
incógnitas a su alrededor pero sin duda la misteriosa sonrisa, es lo que más
nos intriga.
Hay personas que se preguntarán
por qué tanto alboroto por un retrato. Seguramente, muchos sólo ven a una mujer
posando sonriendo tímidamente, una imagen sencilla en cuanto a contenido y no
encuentran nada de espectacular en ella y mucho menos una razón para hacerse
tantas preguntas. Pero si tenemos en cuenta las suposiciones sobre la identidad
de la mujer, y la creencia de que Da Vinci introducía mensajes ocultos en sus
obras, podremos comprender la razón por la esta imagen cautiva con sólo mirarla.
Investigaciones
recientes han revelado que la “misteriosa sonrisa” es un efecto óptico; ha
decir verdad, es una ilusión que aparece y desaparece debido a la manera
peculiar en que el ojo humano procesa las imágenes. Leonardo logró que al
mirarla directamente, la sonrisa desaparezca y sólo aparezca cuando nuestra
vista se enfoca en otras partes del cuadro.
Esta nueva teoría se
basa en el hecho de que el ojo humano tiene una visión central, la cual sirve
para reconocer los detalles, y
otra periférica, que es menos precisa pero reconoce mejor las sombras. “ Da Vinci
pintó la sonrisa de la Mona Lisa usando unas sombras que vemos mucho mejor con
nuestra visión periférica", afirma Margaret Livingstone, profesora en la
Universidad de Harvard. Por esta razón, si queremos ver sonreír a la Gioconda
no debemos de ver directamente su labios sino a cualquier otra parte para que
así, éstos queden en el campo de visión periférica.
A pesar de que muchos
afirman que el misterio de esta obra reside en la sonrisa, otros aseguran que
el secreto se encuentra en sus ojos. La verdad es que eso no tiene importancia,
lo realmente relevante es el magnífico trabajo que logró Leonardo trascendiendo
en la historia con un retrato más allá de nuestra imaginación .
Si La Mona Lisa hubiese sido la única pintura hecha
por Da Vinci, aún así seguiríamos llamándolo genio.
Samantha Aguilar
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