jueves, 29 de marzo de 2012

LA MUJER UTILIZA LA COMIDA PARA CONTROLAR EL ESTRÉS







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La investigación halló que quienes dijeron estar incomodas en su trabajo tenían más posibilidades de tener un hábito "emocional" con respecto a la comida, es decir, comen cuando están estresadas, ansiosas o decaídas, en vez de hacerlo cuando tienen hambre.

"Quienes sufren desgaste pueden ser más vulnerables a la ingesta emocional e incontrolada y tienen la habilidad de cambiar su comportamiento alimenticio", señalo la doctora Nina Nevanpera, del Instituto finlandés de Salud Ocupacional.

Los hallazgos se basan en el estudio de 230 mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 55 años que formaron parte de una evaluación clínica sobre cambios de estilo de vida saludables. Todas tenían trabajo, y al principio del estudio fueron preguntadas por su desgaste laboral y sus hábitos de alimentación.

El 22 por ciento padecía algún grado de agotamiento laboral y el grupo tendía a comer según las emociones y de manera descontrolada. En cambio, las mujeres sin agotamiento laboral al inicio del estudio tendieron en un año a comer cada vez menos de manera descontrolada. Pero el grupo con agotamiento no pudo lograr ese cambio.

Aun así, no se vieron efectos evidentes en el peso de las participantes. Al inicio del estudio, la mitad de las mujeres con "burnout" (la sensación de que el trabajo produce agobio o que no tiene sentido) tenía un peso normal, comparado con un tercio de las mujeres sin agotamiento.

"A partir de estos resultados no podemos concluir que el agotamiento laboral esté asociado con el sobrepeso o la obesidad", aclaró Nevanpera.

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