La tarántula goliath (Theraphosa
leblondi) es considerada la araña
más grande del mundo. Conocida también como la
tarántula
comedora de pájaros, su alimentación no se basa sólo en pequeñas aves sino
también se alimenta de: escarabajos, gusanos, grillos, lagartos, murciélagos,
ranas, ratones y serpientes pequeñas; sus dientes no son capaces de rasgar ni
de masticar por lo que regurgitan jugos digestivos sobre sus víctimas hasta que
el tejido blando se descompone y así puedan aspirar el líquido.
Esta tarántula fue llamada
“la comedora de pájaros” por los
exploradores de la época victoriana ya que fueron ellos quienes informaron de
la existencia de este arácnido al mundo occidental y curiosamente se toparon
con un ejemplar justo cuando estaba devorando a una pequeña ave.
Procedentes Sudamérica
(Brasil, Guyana y Venezuela) pueden llegar a medir hasta 30 cm. con las patas extendidas y pesar 150 g.
Las hembras tienen una
esperanza de vida de 6 a 14 años, mientras que los machos suelen morir después
de haber alcanzado la madurez, es decir que sólo viven de 3 a 6 años. Las
hembras ponen aproximadamente 200 huevos al año, de los cuales eclosionan, es decir sobreviven, más de
la mitad.
Estas arañas son
solitarias y sólo se relacionan con otras durante el apareamiento o cuando se
trata de proteger a sus crías. Cabe mencionar que el 50% de los machos muere
después del apareamiento debido a las heridas que les producen las hembras.
En vida salvaje, estas
tarántulas viven en madriguera cercanas a pantanos y su método de defensa no
sólo consiste en morder (a pesar de que sus colmillos pueden perforar la piel
humana, su veneno sólo causa picazón, nauseas y sudoración) ni en lanzar su
pelaje corporal el cual ocasiona irritación en la piel (pero debemos de tener
cuidado que no entre en contacto con los ojos y la boca) sino que también es capaz de “silbar”, frotando las cerdas de sus patas, espantando a sus
enemigos (llega a escucharse hasta a más de 4 metros de distancia).
Su pelaje no sólo sirve
como defensa sino que debido a que su vista es débil, a pesar de sus 4 pares de
ojos, sus pelos tienen una función sensorial que les permite detectar
movimientos. Además, son capaces de regenerar cualquiera de sus extremidades.
Aunque su veneno no es muy tóxico, la tarántula goliath es muy
agresiva por lo que no es muy recomendable tener una de mascota.
Samantha
Aguilar
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