El “Varanus komodoensis” mejor conocido
como Dragón de Komodo es sin lugar a dudas, el lagarto vivo más grande del
planeta ya que puede llegar a medir 3 m de longitud y pesar entre 80 y 140 kg;
sin embargo, a pesar de su gran tamaño, su mandíbula no tiene la fuerza
suficiente para desgarrar e inmovilizar a sus víctimas, pero por fortuna cuenta
con una arma extremadamente poderosa.
Hasta hace
algunos años se creía que que estos
lagartos cultivaban una gran cantidad de bacterias en su boca por lo que una
mordida era fatal ya que al infectar las heridas producía septicemia en sus
presas; sin embargo estudios recientes rechazan esta teoría.
"Nuestra investigación señala la presencia de un sofisticado aparato de matar
compuesto por un gran arsenal.”
(Bryan G. Fry,
investigador principal)
Un grupo de
científicos australianos dicen haber descubierto un sistema de glándulas que
producen veneno en el cráneo de los dragones, el cual al contener un poderoso
agente anticoagulante, provoca una pérdida masiva de sangre ocasionando la muerte
de su presa.
La nueva
investigación demuestra que la gran habilidad que tiene este reptil para matar,
depende de la combinación del potente veneno que produce con su peculiar
mordida, la cual es infligida por 60 dientes serrados los cuales son
reemplazados varias veces en el transcurso de su vida.
"El dragón es verdaderamente venenoso. Tiene
glándulas salivales modificadas que producen anticoagulantes y vasodilatadores,
lo cual, en combinación con la dentadura y los músculos craneales del dragón,
le permite matar a animales grandes a través de una pérdida rápida de
sangre"
(Stephen Wroe,
investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur)
Al analizar
las glándulas de un ejemplar, descubrieron que el veneno que producen es muy
similar al de muchas serpientes y al del monstruo
de Gila. Con lo anterior, queda descartada la idea de que el arma que
utilizan los Dragones de Komodo para matar, es una gran colección de bacterias que
se producen en su boca, sino el potente veneno que producen.
Samantha Aguilar
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