Esta
droga, también llamada desomorfina,
se deriva de la morfina (aunque es entre 8 y 10 veces más potente) y posee
efectos sedantes y analgésicos. Esta droga ha adquirido fama debido a que es
relativamente fácil producirla, por lo tanto su costo es bajo y se utiliza como
alternativa a la heroína (1 dosis de krokodil cuesta entre 3 y 5 veces
menos que 1 dosis de heroína).
Aunque
fue en el 2010 que esta sustancia comenzó a producirse en mayor medida en Rusia, no fue
hasta 2 años después, debido a la escasez de heroína, que esta droga llegó a su
auge. La krokodil puede ser
elaborada de manera casera ya que básicamente consiste en una combinación de
comprimidos de codeína con varios productos químicos tóxicos (líquido de
encendedor o fósforo rojo y limpiadores industriales), lo que ocasiona terribles
consecuencias…
Daños en los tejidos, flebitis (inflación de la pared de las
venas) y gangrena; dando como
resultado amputaciones, infecciones tanto en la piel como en
los huesos, osteomielitis en los
huesos de la mandíbula y la cara, trombosis,
hemorragias, llagas y úlceras en la
frente y cráneo, necrosis en orejas,
nariz y labios, septicemia y pérdida
de dientes; así como problemas en hígado y riñones. El daño que produce en los tejidos
es tan alto, que la expectativa de vida de los adictos es comúnmente entre 2 a
3 años.
Es
importante comentar que aunque se trata de una droga barata, sus efectos son
efímeros ya que sólo llegan a durar entre 90 a 120 minutos como máximo,
mientras que la sensación de la heroína dura varias horas; lo que ocasiona que
sus usuarios, deban inyectarse varias veces al día.
Su
nombre común krokodil, proviene del
ruso y que significa cocodrilo, describe a la perfección el aspecto escamoso que
adquiere la piel debido a que la droga satura las venas y al no lograr disolverse
completamente, se abre camino dañando los tejidos. Se podría decir que la krokodil mata desde el interior al ir carcomiendo
la carne, de allí que sea conocida como la droga
zombie.
DATO
Fue
a inicios de años cuando se confirmó el primer uso de krokodil en Sonora, México.
Samantha Aguilar