Cómo Mark Zuckerberg convirtió a Facebook en la plataforma más candente de la Web
Por Fred Vogelstein 09.06.07
Él no tenía más elección que vender. Era el verano de 2006, poco más de dos años después de que Mark Zuckerberg había creado Facebook en su dormitorio de la Universidad de Harvard como una forma de que él y sus amigos se conectaran mejor con los otros estudiantes. En los años siguientes, recaudó US$37.7 millones de capitalistas de riesgo y transformó su modesto sitio Web en un fenómeno social certificado. Los universitarios de toda la nación lo llevaron al éxito, pues Zuckerberg lo comunicó escuela por escuela. A mediados de 2006 casi siete millones de usuarios, la mayoría de ellos estudiantes universitarios, tenían una cuenta de Facebook.
Pero pese a todo el éxito de Facebook, también había problemas. Zuckerberg deseaba que el sitio fuera más que algo universitario. Deseaba suplantar y sobrepasar a MySpace para convertir a Facebook en la red social más grande del planeta. Quería convertirse en el siguiente Google, un sitio que las personas de todas las edades pudieran encontrar útil en su vida diaria. Pero eso no había ocurrido. Facebook había acaparado el mercado de los estudiantes universitarios, pero su esfuerzo de once meses para captar la atención de los chicos de secundaria y atraer usuarios de MySpace, no tenía resultados. Sin duda, el crecimiento de Facebook se estaba emparejando y se acercaba a ocho millones de miembros, mientras MySpace continuó su aumento y tenía más de 100 millones de miembros en agosto de 2006.
Al mismo tiempo la gente de Viacom y Microsoft comenzó a considerar en serio a Facebook y a hablar de números con muchos ceros. Algunos inversionistas y ejecutivos se preguntaban si era momento de que Zuckerberg vendiera. Empezaba a parecer que Facebook iba de bajada.
Zuckerberg estaba en desacuerdo, pero cuando Yahoo llamó con una oferta de US$1 mil millones en efectivo, la presión fue demasiada. Dio su consentimiento en julio, acordando verbalmente vender Facebook a Yahoo. Estratégicamente parecía una buena jugada. Yahoo tenía cientos de millones de usuarios, pero su ingreso a la red social no progresaba. Facebook tenía herramientas geniales y buscaba un público masivo.
Sin embargo, los tiempos no pudieron ser peores. Días después de que Zuckerberg aceptara vender, Yahoo anunció que proyectaba reducir sus ventas y el crecimiento de ingresos, además de retrasar el lanzamiento de su nueva plataforma de publicidad. Su precio en el mercado de acciones bajó 22% durante la noche. Terry Semel, Director General de Yahoo en ese momento, reaccionó cortando su oferta de US$1 mil millones a US$800 millones. Zuckerberg, que había sido advertido sobre la reputación de Semel para hacer renegociaciones de último minuto, lo rechazó. Dos meses después Semel replanteó la oferta original de US$1 mil millones, pero para entonces Zuckerberg ya había convencido a su junta directiva y su equipo ejecutivo de que Yahoo no era un socio serio y que Facebook podría valer más por sí solo. Rechazó la oferta y se hizo célebre como el joven arrogante que rechazó US$1 mil millones.
Hoy en día Zuckerberg, de 23 años, es famoso por otras razones. Por un lado, los analistas piensan que podría ser el hombre más rico de la nación menor a 25 años, con un ingreso neto estimado de US$1.5 mil millones. Pero más importante aún, transformó su empresa de ser una red social de segundo nivel a una plataforma de servicios completos que organiza el Internet entero. Como resultado, Facebook es actualmente la compañía más famosa en Silicon Valley y Zuckerberg es comparado constantemente con visionarios tales como Steve Jobs y Bill Gates. Incluso algunas de las figuras más legendarias de la industria tecnológica están reconociendo a Zuckerberg. En una entrada de su blog, el cofundador de Netscape, Marc Andreessen, describió la transformación de Facebook como "un logro asombroso, uno de los hitos más significativos en la industria tecnológica de esta década”. Como dice Marc Benioff, Director General de Salesforce.com, "Estoy asombrado”. (Yo también. Conozco a uno de los ejecutivos de Facebook desde su niñez).
¿Y qué ocurrió con las preocupaciones de que la membresía de Facebook iba en picada? Bueno, ahora está registrando a casi 1 millón de usuarios a la semana. Al final de agosto había 36 millones de usuarios. Y no son sólo adolescentes o universitarios como se podría sospechar; el segmento de usuarios de Facebook de más rápido crecimiento está por arriba de 35 años, grupo que representa el 11% de todos los usuarios del sitio. El total de registros se cuadruplicó o más el año anterior. El número de empleados se triplicó, al igual que los ingresos. Y los capitalistas de riesgo dicen que si Facebook saliera al público hoy, los inversionistas lo podrían valorar en más de US$5 mil millones, cinco veces lo que Yahoo estaba preparado para pagar.
Pero la más grandiosa contribución de Zuckerberg excede el éxito de Facebook. Su empresa sugiere un nuevo modelo de cómo la conexión, la comunicación y el comercio pueden funcionar en línea, un replanteamiento radical y ambicioso del potencial del Internet.
El trayecto de Zuckerberg de ser un mocoso insolente hasta ascender como una deidad del .com, comenzó en el verano de 2006, justo después del derrumbe de la primera oferta de Yahoo. Mark no habla directamente sobre este periodo, pero sus asociados y amigos dicen que por primera vez en su carrera el novato de pelo rizado afrontó una inmensa presión externa. Había conservado el control de su compañía, pero no había resuelto ninguno de los problemas que lo llevaron a considerar una venta en primer lugar. Las críticas lo acusaban de tener un orgullo desmesurado y falta de sentido común. Debía demostrar algo.
Zuckerberg diseñó Facebook para recrear en línea lo que él llama el "entramado social", la red de relaciones de las personas en el mundo real. Aquello era distinto a la mayoría de las redes sociales. Sitios como MySpace prácticamente animaban a los usuarios para crear nuevas identidades con objeto de conocer y vincularse con personas de las que sabían muy poco. A Mark no le interesaba usar el Internet para hacer nuevos amigos. "Las personas ya tienen amigos, conocidos y conexiones de negocios”, explica. "Así que en vez de construir nuevas conexiones, lo que hacemos es simplemente correlacionarlas”.
Con este fin Facebook siempre ha enfatizado dos cualidades que tienden a ser subvaluadas en línea: la autenticidad y la identidad. A los usuarios se les alienta a publicar información personal, colegios a los que asistieron, lugares de trabajo, direcciones de correo electrónico. Facebook también subraya la honestidad: debido a que los usuarios comúnmente sólo pueden ver los perfiles de personas a las que están vinculados y no se pueden vincular a menos de que ambas partes confirmen la relación, hay poca oportunidad de crear una identidad falsa.
Zuckerberg vio que si podía correlacionar exitosamente el entramado social, crearía un nuevo y poderoso modelo de comunicación, un motor gigante de comunicación verbal de persona a persona. Imaginen que, cada vez que inician sesión, en vez de ver NYTimes.com o incluso Google News, les saluda un conjunto de encabezados y publicaciones de blog, escritas o seleccionadas por sus amigos y familiares más cercanos. En vez de que la información se difunda por un concentrador y se exprese como una salida de los principales medios, la comunicación podría fluir a los clientes al igual que en una cena de amigos, donde las personas se conocen y confían unas en otras. El resultado, dice Zuckerberg, es que "quizá ya no sería óptimo tener algunas grandes empresas de medios en el centro controlando el flujo de información”.
Cuando Zuckerberg se alejó de Yahoo en julio de 2006, su gran visión aún no se había convertido en realidad. Tenía una red de 7 millones de estudiantes, no un imperio de medios alternativo. Para transformar su compañía debía lograr tres cosas: Primero, facilitar que los amigos se comunicaran unos con otros; después extender la membresía de Facebook al mundo entero y, finalmente, abrir el sitio a los desarrolladores y alentarlos para construir aplicaciones en Facebook que ayudaran a las personas para registrarse y regresar al sitio.
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