lunes, 30 de abril de 2012

30 DE ABRIL… DÍA DEL NIÑO



Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro.”
(John Kennedy)

En México, el 30 de abril de todos los años se festeja a los niños pero… ¿De dónde surgió esta costumbre?
La idea de otorgar un día especial a los niños con el fin de festejarlos,  surgió el 20 de noviembre de 1959 durante una reunión en Ginebra, Suiza, de la  Asamblea General de la ONU en donde se decidió festejar el “día del niño” con el objetivo de reafirmar sus derechos y así promover el bienestar de todos los niños del mundo; sin embargo, no fueron los primeros en proponer un día especial para los niños.
En 1952 la Unión Internacional de Protección a la Infancia, planteó la idea de establecer un día especial para los niños;  un año después, cuarenta países se unieron a dicha institución para festejarlos y celebrarlos.
La Asamblea General de la ONU permitió que cada país eligiera el día en que se festejaría a los niños, es por eso que cada país ha elegido un día especial para celebrarlo y organizar actividades. Por ejemplo: en Argentina es el segundo domingo de agosto; en Bélgica el 14 de abril; en Bolivia es el 12 de abril; en Brasil el 12 de Octubre; en Bulgaria, Eslovaquia, Ecuador y China el 1 de junio; en Costa Rica el 9 de septiembre;
 en
Paraguay el 31 de Mayo; en Perú el tercer domingo de agosto,
 en Uruguay el 9 de Agosto,
en Venezuela el tercer domingo de Junio y en México el 30 de Abril.
La ONU, eligió el día para festejar a los niños el 20 de noviembre, esto debido a que de esta manera conmemorarían la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño promulgada en 1959 y de la Convención cobre los Derechos del Niño en 1989.
El “día del niño” en nuestro país (30 de abril) fue decidido en 1924, bajo el mandato del presidente Álvaro Obregón y José Vasconcelos, en aquel entonces el Ministro de Educación Pública.
Los niños son la esperanza del mundo.”
(José Marti)

Samantha Aguilar

miércoles, 25 de abril de 2012

UN POCO DE CIENCIA: ¿EXISTE EL FRÍO?



Si se hiciera una encuesta donde se incluyera esta pregunta, lo más seguro es que la mayoría de las personas contestarían afirmativamente sin embargo, estarían en un error…  ¿Pero cómo? Se estarán preguntando, pero la verdad es que los que sentimos no es frío sino una pérdida de calor. Si por casualidad una de las personas encuestadas hubiera sido Albert Einstein, sin lugar a duda él habría respondido correctamente y es que cuenta la anécdota:

“Se cuenta que un día en la Universidad un profesor, con ayuda de un alumno,  llegó a la conclusión de que Dios había creado el mal; fue entonces cuando Einstein levantó la mano y le pregunto ¿Existe el frío? El profesor respondió negativamente ya que lo que nosotros conocemos con ese nombre realmente es la pérdida de calor. Einstein lo cuestionó de nuevo ¿Existe la oscuridad? La respuesta volvió a ser negativa ya que en realidad es la falta de oscuridad. Finalmente Albert concluyó diciendo que el mal era mas bien la ausencia del bien.”

No se sabe a ciencia cierta si esta anécdota es verídica pero lo que es verdad es que ni la oscuridad ni el frío existen. Y entonces ¿por qué sentimos frío?

Tanto la sensación de calor como de frío es percibida por la piel, si ella pierde calor de manera rápida entonces se dice que hace frío y si la perdemos de manera lenta o ganamos mayor temperatura entonces hace calor; la verdadera culpable de esto es la sangre. Cuando sentimos frío la temperatura de la sangre es normal, lo que sucede es que sólo esta fluyendo una cantidad escasa por nuestras venas ya que ella se acumula tanto en el corazón como en el cerebro para mantenerlos cálidos. Cuanto mayor es la velocidad a la que perdemos calor, mayor es también la sensación de frío.

Después de estas explicaciones es posible que aún duden sobre la existencia del frío, tratemos de clarificarlas con otro sencillo ejemplo, hacer raspado de limón:

En un recipiente se coloca agua, se disuelve azúcar y limón al gusto, se revuelve bien y se coloca en una bolsa, a cual cerramos con una liga. En otra bolsa se coloca hielo y le tiramos un poco de sal, colocamos la bolsa con nuestra “agua de limón”, encima volvemos a colocar hielos con sal y comenzamos a agitar; aproximadamente 15 minutos después, el “agua de limón” se ha enfriado hasta el punto de llagar a la solidificación. ¿Entonces no que no existía el frío?

 Para que un líquido se solidifique, debe de alcanzar una temperatura menor a los 0ºC, al aplicarle sal la temperatura no baja simplemente el hielo pasa a estado líquido; en forma de cubos, el agua mantiene más tiempo la temperatura. En nuestro ejemplo, al colocar nuestra “agua de limón” con los hielos, esta comienza a perder calor el cuál poco a poco es transmitido a los cubitos; el agua salada sólo favorece la fusión, del hielo a valores de temperatura negativos, enfriando así la solución lo que permite que la pérdida de calor se de más rápidamente.

NOTA: La fusión se refiere al cambio de sólido a líquido por medio de calor. Cuando una sustancia se encuentra a su temperatura de fusión, el calor que se suministra es absorbido por la sustancia y no produce variación de su temperatura.

Samantha Aguilar

martes, 24 de abril de 2012

LA LEYENDA DEL POPOCATÉPETL Y EL IZTACCÍHUATL


Cuenta le leyenda náhuatl que hace mucho, mucho tiempo, los aztecas dominaban el Valle de México por lo que los otros pueblos les debían obediencia y tributo, pero un día el pueblo de Tlaxcala se cansó de la situación y decidieron hacer algo al respecto declarando la guerra. Es precisamente aquí en donde inicia nuestra historia…

Iztaccíhuatl, la bella princesa hija del cacique de Tlaxcala, se enamoró del joven guerrero Popocatépetl. Antes de ir a la guerra, el joven pidió la mano de la princesa  como recompensa de su inminente victoria, el padre aceptó el trato. El valiente guerrero se preparó para la guerra y partió con la esperanza de ver su amor consumado a su regreso.

Pasados tres meses, uno de los rivales inventó que Popocatépetl había caído muerto en combate, al escuchar esto, la princesa Iztaccíhuatl lloró tan desconsoladamente la muerte de su amado que murió de tristeza.

Sin saber lo que había ocurrido, Popocatépetl  siguió luchando y cuando finalmente regresó triunfante  fue recibido con la terrible noticia de que su amada había muerto. El joven deshecho por la tristeza y lleno de coraje, se llevó el cuerpo de su amada a lo alto de un cerro para darle sepultura, una vez lo hubo hecho, permaneció arrodillado junto a ella y al poco tiempo murió dando gritos de coraje por su amor perdido. Los dioses al contemplar esta triste historia, se compadecieron de estos dos amantes por lo que los cubrieron de nieve y los convirtieron en volcanes.

Desde entonces Iztaccíhuatl y Popocatépetl permanecen juntos… cuando Popocatépetl se acuerda de su amada y del gran amor que hubo entre ellos, el fuego de su pasión ocasiona que su corazón tiemble y comience a arroja fuego sobre la tierra por la pérdida de su amada.

Samantha Aguilar

lunes, 23 de abril de 2012

LA LECTURA EN MÉXICO


Ridículo el hecho de que en México, un país con 80 millones de habitantes, se editen libros con un tiraje de tres mil ejemplares.”
(Ethel Klause, 1992)

Las estadísticas demuestran que a los mexicanos no les gusta leer. A pesar del esfuerzo realizado por apoyar esta actividad, la respuesta de la gente es clara: “No, no queremos leer”. “Que no nos interesa”. “Que no”. “Que no queremos”. “Que no haya libros y ya”. “No”. “¡Que no! Ene, o = NO”.

Una de las muchas estadísticas  referente al tema, señala que hay 8.8 millones de mexicanos que han realizado estudios superiores o de postgrado, pero que el dieciocho por ciento de ellos (1.6 millones) nunca ha puesto pie en una librería y que la mitad de los universitarios, más o menos cuatro millones, no compran libros. Lo anterior refleja que a pesar del gran esfuerzo por mejorar la  educación en el país, el número de lectores ha reducido.

El estudio  “Hábitos de lectura”, llevado acabo por la OCDE y la UNESCO, ubica a nuestro país en el sitio 107 en una lista de 108 países estudiados. Esto refleja que un mexicano promedio lee 2.9 libros al año,  que sólo hay una biblioteca pública por cada quince mil habitantes, que el cuarenta por ciento de los mexicanos nunca ha entrado a una librería, que existe una librería por cada doscientos mil habitantes y que en todo el país hay solamente seiscientas librerías… por ello es importante buscar las formas de fomentar esta actividad.

Otra encuesta realizada por CONACULTA sacó los siguientes porcentajes: 43.6% de los entrevistados reportan no leer libros; de éstos, menos de la tercera parte (30.4%) los ha leído en algún momento de su vida, mientras que el 12.7% dijo nunca haber leído libros.

En contraste con estas estadísticas, nos encontramos con el curioso dato de México es el mayor productor de libros en América Latina y lo hace con tan alta calidad que edita y exporta libros para otros países como Argentina, Chile y Colombia.

En el país los libros más vendidos son: los de motivación personal, esoterismo, sexo e infantiles; después le siguen las novela y los cuento, seguidos de ensayos y enciclopedias, y en último lugar los libros de poesías.

Sin embargo, esto carece de importancia si no se leen los libros que producimos, si no existe el HÁBITO DE LA LECTURA ya que los pocos libros que se leen en México es por obligación.

“La mejor herencia que un niño puede recibir es enseñarle a leer y escribir”
 (María de los Ángeles Ramírez Vallejo )

Samantha Aguilar



viernes, 20 de abril de 2012

LAS TRES GRACIAS


Al referirnos a “Las tres Gracias” inmediatamente se nos viene a la mente el cuadro pintado por Rubens sin embargo, hay mucha historia detrás de éstos mitológicos personajes.

El primero que escribió de ellas fue el poeta griego Hesiodo (siglo VIII a.C.) en su “Teogonía” en donde las describió como tres divinidades, las cuales son hijas de Zeus y habitan en el Olimpo junto a las Musas y protegen a los filósofos; sus nombres: Áglae o Aglaya (diosa de la belleza), Eufrosine (diosa del encanto) y Talía (diosa de la alegría); mejor conocidas como las Gracias. La labor de estas jóvenes bellas es el de llevar a cabo los banquetes, las danzas y cualquier actividad y celebración que sea agradable, placentera, interesante, y atractiva; por lo que son las responsables de brindarles, tanto a los dioses como a los mortales, alegría, elocuencia y sabiduría… toda la genialidad necesaria para ser un artista.

La mayoría de las veces son representadas desnudas debido a su modestia y con el pelo mal recogido a causa de los bailes, cabe decir que estas tres damas siempre se la pasan danzando por lo que aparecen dándose la mano para comenzar a bailar. Son la representación griega de la arcaica triple diosa.

También son conocidas como las Cárites y su historia o mito, es uno de los más representados ya sea pictórica o escultóricamente por los artistas.

Mosaico romano, siglo I D.C.

Bajo relieve griego, 100 D.C.

Bajo relieve romano, 200 D.C.

Muro de Pompeya

Rafael Sanzio, 1504

Rubens, 1636

Escultura de Nicolás Cordier

Samantha Aguilar