Ubicada en el centro histórico de la Ciudad de México,
esta construcción fue considerada durante varios años como el edificio más alto
de México y Latinoamérica; sin lugar a dudas, la Torre Latinoamericana es
motivo de orgullo no sólo para los habitantes del Distrito Federal sino para
todos los mexicanos, y esto no sólo debido a su altura de 188 metros sino
también, porque durante su construcción se rompieron varios records en
ingeniería utilizando tecnología mexicana.
El rascacielos mejor conocido como Torre Latinoamericana,
comenzó a construirse en 1949 y fue
inaugurada 7 años después, el 30 de abril de 1956, bajo el diseño del
arquitecto Augusto H. Álvarez. Para su construcción se utilizó la mejor
tecnología de esa época, sobre todo en el aspecto de su cimentación, ya que al
localizarse en una zona sísmica fue necesario integrarle un sistema de rieles
cuyo objetivo es proteger la estructura para que ésta no sufra daños.
Un año después de su inauguración, la tecnología fue
puesta aprueba y salió airosa al resistir, sin daño alguno, el terremoto del 28
de julio de 1957 de 7.7 grados en la escala de Richter; esto le valió el
reconocimiento internacional como el edificio más alto que había resistido un
terremoto de tal magnitud sin sufrir daños. Veintiocho años después, volvió a
superar otra prueba, en esta ocasión el terremoto del 19 de septiembre de 1985
con magnitud de 8.1.
El rascacielos cuenta con una fachada de cristal y aluminio, 43 pisos de
oficinas, 8 elevadores de alta velocidad, una antena que transmite señales de
radio y televisión y un mirador en los tres últimos pisos con una excelente
vista panorámica de la ciudad.
A pesar de que en la actualidad la Torre Latinoamericana
ya no es el edificio más alto de la ciudad, conserva un lugar especial entre
los mexicanos ya que es un ícono representativo de la ciudad.
Samantha Aguilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario