lunes, 29 de octubre de 2012

HALLOWEEN: Historia



Rompiendo la línea entre abundancia y escasez, otoño e invierno,  la vida y la muerte… Halloween reúne tanto la celebración como la superstición. Se cree que su origen se inspiró en la antigua fiesta pagana celta, Samhain, en donde la gente solía encender hogueras y usar disfraces para alejar a los fantasmas.

Los celtas, un grupo guerrero que vivió hace 2.000 años en la zona que ahora es Irlanda, Reino Unido y Francia, celebraban su año nuevo el 1 de noviembre ya que este día marcaba el final del verano y la cosecha y el comienzo del oscuro y frío invierno; una época del año que a menudo se asociaba con la muerte. Los celtas creían que la noche antes del año nuevo, la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos se hacia borrosa, por lo que la noche del 31 de octubre celebraban Samhain, ya que creían que ese día los fantasmas de los muertos regresaban a la tierra para causar problemas y dañar los cultivos; sin embargo, también pensaban que la presencia de los espíritus, facilitaba a los druidas (sacerdotes celtas) hacer predicciones sobre el futuro.

Para conmemorar el evento, los druidas construían enormes hogueras sagradas, en donde las personas se reunían para quemar cultivos y animales como sacrificios a las deidades celtas. Durante la celebración los celtas vestían trajes, normalmente consistían en pieles y cabezas de animales, e intentaban predecir el futuro. Al término de la celebración, se encendía de nuevo el fuego de la hoguera sagrada  como símbolo de protección del invierno.

En el año 43 D.C., el Imperio Romano había conquistado la mayoría del territorio celta. En el transcurso de los 400 años que gobernaron las tierras célticas, dos festivales de origen romano se combinaron con la tradicional fiesta Samhain: Ferali, celebrado a finales de octubre cuando los romanos conmemoraban el paso de los muertos y Pomona, día para honrar a la diosa romana de las frutas y los árboles.

El 13 de mayo del 609 D.C., el Papa Bonifacio IV decidió dedicar el panteón Romano en honor de todos los mártires cristianos, fue así como la fiesta Católica, Día de todos los mártires, fue establecida en la Iglesia occidental.

En el siglo VIII, el Papa Gregorio III designó el 1 de noviembre como el día para honrar a todos los Santos y mártires… La fiesta de todos Santos, la cual incorporó algunas de las tradiciones de Samhain. En el año 1000, la Iglesia designó el 2 de noviembre como el día de los muertos.

La celebración de todos los Santos fue también llamada All hallows y la noche anterior, la tradicional noche de Samhain, comenzó a ser llamada All hallows Eve, nombre que más tarde evolucionaría a Halloween. Con el paso del tiempo, Halloween se convirtió en un evento secular, basado en actividades comunales caracterizadas, principalmente, por bromas infantiles como el de “dulce o truco”.

La celebración de Halloween fue sumamente limitada en las colonias de Inglaterra debido a las creencias religiosas sumamente rígidas, sin embargo, una versión claramente estadounidense de Halloween comenzó a surgir debido a la mezcla de las creencias y costumbres de diferentes grupos étnicos europeos con la de los indios americanos. Los primeros Halloween consistían en eventos públicos en donde se celebraba la cosecha y en donde los vecinos acostumbraban contar historias de fantasmas, decir la fortuna, bailar, cantar y hacer travesuras.

En la segunda mitad del siglo XIX, América fue inundada con nuevos inmigrantes, especialmente por millones de irlandeses quienes ayudaron a popularizar la celebración de Halloween a nivel nacional. Tomando las tradiciones irlandeses e ingleses, los estadounidenses comenzaron a vestirse con trajes e ir de casa en casa pidiendo comida o dinero.

A finales del siglo XIX, Halloween dejó de ser una celebración supersticiosa y religiosa para convertirse en una fiesta de disfraces en donde participa toda la comunidad y en donde se acostumbra pasar de casa en casa pidiendo dulces.

Samantha Aguilar

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