También llamado Delirio
de Sosias, se trata de un trastorno
psiquiátrico que consiste en la incapacidad de identificación, sobre
todo de las personas queridas llegando a creer que éstas han sido reemplazadas
por un impostor muy parecido a ellos. Según varios estudios, se da cuando surge
una desconexión entre el reconocimiento visual y la memoria afectiva, dando así
como resultado un reconocimiento sin sensación de familiaridad.
Normalmente, las
personas que lo padecen logran hacer un reconocimiento parcial, es decir que
les ven muchos parecido pero no los suficientes para quedar convencidos de su
identidad. Los pacientes pueden llegar a creer en la existencia de dobles, es
por esto que por lo general este síndrome es parte de una psicosis.
Fue descrito por vez
primera en 1923 por Capgras y Reboul-Lachaux, quienes lo llamaron “l’illusion
des sosies” (“ilusión de
dobles”). Es considerado un delirio restringido, ya que por lo general el paciente
sólo es incapaz de reconocer a una persona concreta, sin embargo en ocasiones
puede llegar a involucrar a varias e incluso es posible que el delirio se
llegue a centrar en animales, objetos y/o lugares significativos para le
persona; también puede llegar a afectar al reconocimiento de sí mismo.
“Caminé
hasta un río rodeado de arboles y me senté a fumar un cigarrillo. Tiré el
paquete al agua y miré el reloj, y pensé que no era el mío, sino una copia
exacta que había hecho la policía, así que lo tiré también al río.”
(Testimonio de una joven
universitaria)
Cabe mencionar que a diferencia de otros síndromes de
falsa identificación delirante, los pacientes que sufren este trastorno logran reconocer las
caras de sus seres queridos sin embargo, falla el sentido de familiaridad con
ellas.
Este síndrome puede
aparecer a cualquier edad y es más frecuente en mujeres; y aunque son pocos los
casos, cada vez se ha ido aumentando el número de pacientes que sufren de este
delirio.
Samantha Aguilar
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