Existen
un gran número de lagos en el planeta pero sin lugar a dudas, uno de los más
extraordinarios es el lago Baikal,
también conocido como “La Perla de Asia”. Ubicado al sur de Siberia, este lago de origen tectónico
cubre más de 30 mil km (siendo así el 7º más grande) y tiene una profundidad de
más de 1,600 m lo que lo hace el lago más profundo de la Tierra. Es importante
destacar que si se sacara todo el sedimento acumulado, el lago alcanzaría los 9
km de profundidad.
Además
de su gran profundidad, contiene el 20% del agua dulce del planeta, es decir
casi un cuarto del agua potable existente; y si esto fuera poco, también se
trata de uno de los lagos más antiguos
que se conocen con una edad aproximada de 25 millones de años.
Debido
a su antigüedad, el lago Baikal es hábitat de muchos animales que han
evolucionado y que se han vuelto especies únicas de este ecosistema (especies endémicas). Un ejemplo claro
es el de la Pusa sibirica la única
foca de agua dulce del mundo, el pez
omul, el esturión del Baikal, el
pez oleoso golomjanka y el cangrejo epishura.
Otra
característica fascinante es que este lago pasa varios meses del año con su
superficie congelada por lo que la fauna, se ha adaptado al clima extremo soportando
temperaturas de hasta 45 grados bajo cero. Estas condiciones climáticas, impidieron
durante mucho tiempo el poder explorar su fondo y no fue hasta el 2008 cuando
la humanidad pudo ver por primera vez imágenes inéditas del asiento del lago.
También
es conocido debido a la pureza de sus aguas ya que es posible ver un objeto incluso
a 30 o 40 metros de profundidad. Lo anterior no sólo debido al bajo contenido de
sales minerales y al elevado contenido de oxígeno, sino también a la labor de los
cangrejos epishuras, quienes al alimentarse de algas filtran el agua, para lo
que es necesario más de 3 millones de cangrejos en 1 metro cuadrado de
superficie.
Cabe
mencionar que en 1996, fue declarado por la UNESCO como Reserva Natural de la Biosfera.
Samantha Aguilar
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