martes, 24 de abril de 2012

LA LEYENDA DEL POPOCATÉPETL Y EL IZTACCÍHUATL


Cuenta le leyenda náhuatl que hace mucho, mucho tiempo, los aztecas dominaban el Valle de México por lo que los otros pueblos les debían obediencia y tributo, pero un día el pueblo de Tlaxcala se cansó de la situación y decidieron hacer algo al respecto declarando la guerra. Es precisamente aquí en donde inicia nuestra historia…

Iztaccíhuatl, la bella princesa hija del cacique de Tlaxcala, se enamoró del joven guerrero Popocatépetl. Antes de ir a la guerra, el joven pidió la mano de la princesa  como recompensa de su inminente victoria, el padre aceptó el trato. El valiente guerrero se preparó para la guerra y partió con la esperanza de ver su amor consumado a su regreso.

Pasados tres meses, uno de los rivales inventó que Popocatépetl había caído muerto en combate, al escuchar esto, la princesa Iztaccíhuatl lloró tan desconsoladamente la muerte de su amado que murió de tristeza.

Sin saber lo que había ocurrido, Popocatépetl  siguió luchando y cuando finalmente regresó triunfante  fue recibido con la terrible noticia de que su amada había muerto. El joven deshecho por la tristeza y lleno de coraje, se llevó el cuerpo de su amada a lo alto de un cerro para darle sepultura, una vez lo hubo hecho, permaneció arrodillado junto a ella y al poco tiempo murió dando gritos de coraje por su amor perdido. Los dioses al contemplar esta triste historia, se compadecieron de estos dos amantes por lo que los cubrieron de nieve y los convirtieron en volcanes.

Desde entonces Iztaccíhuatl y Popocatépetl permanecen juntos… cuando Popocatépetl se acuerda de su amada y del gran amor que hubo entre ellos, el fuego de su pasión ocasiona que su corazón tiemble y comience a arroja fuego sobre la tierra por la pérdida de su amada.

Samantha Aguilar

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