La palabra depresión
proviene del latín depressus que significa abatido o derribado. Se trata de un trastorno
emocional que produce en las personas un estado de tristeza y desgano, lo
que les ocasiona un malestar interior y dificulta sus interacciones con el
entorno. Sin embargo, ¿podría tratarse de un estado adaptativo?
Algunos científicos sotienen
la idea de que es posible que la depresión no sea una señal de que nuestra
mente no está trabajando correctamente, sino una adaptación mental que nos
permite enfocarnos para resolver problemas complejos; afirman que cuando una persona está
deprimida, tiende a pensar de manera circular, es decir que no puede dejar de
pensar en un tema determinado. Además del hecho de que debido a que el cerebro juega un
papel crucial en la supervivencia y en la reproducción, es posible que la
evolución lo haya echo resistente a los malos funcionamientos.
Entre el 30 y el 50% de la
población mundial es diagnosticada por depresión en alguna etapa de su vida,
además los síntomas de esta “enfermedad” se han encontrado en todas las
culturas habidas y por haber.
Es posible que la depresión
en realidad sea una adaptación ya que durante ella, la mente se vuelve más analítica lo que nos
permite resolver problemas. Cuando se está deprimido, salimos bajos en pruebas
cognitivas debido a que no podemos concentrarnos más que en aquello causante de
nuestro estado; por lo tanto, este estado de ánimo nos facilita la solución de
dilemas sociales ya que nos permite analizar los costos y beneficios de las
opciones disponibles.
La gente que sufre de
depresión piensa mucho en sus problemas y tiene dificultad para pensar en algo
más; lo anterior, puede ser muy productivo. La pérdida de apetito puede liberar
al cerebro de distracciones y enfocarlo en la solución del problema, además el
deseo de la soledad ayuda a las personas deprimidas a evitar situaciones que
requieren pensar en algo más.
Estudios recientes realizados
en universidades de Alemania, Estados Unidos y Suiza revelaron que las personas
diagnosticadas con depresión, desempeñan de manera mucho más efectiva tareas de
decisión secuencial ya que éstos suelen tomarse más tiempo antes de decidir.
Estos estudios proponen que la depresión puede promover el razonamiento
analítico y la persistencia.
La depresión se sobre
diagnostica porque las personas se rehúsan a hablar del asunto, pero la
depresión es la forma natural en que nuestro cuerpo nos dice que el cerebro
está intentando resolver algún problema social complejo.
Samantha Aguilar
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