Existen
algunas mujeres que nunca han sufrido un cólico menstrual, sin embargo la
mayoría de nosotras sufrimos de estos dolores ya sea antes o durante nuestro
periodo.
Por
lo general los cólicos suelen ser ligeros pero en ocasiones, pueden ser severos:
punzadas agudas o un dolor persistente que afecta tu vientre y la espalda baja,
a este dolor intenso se le conoce como dismenorrea.
Cabe mencionar que algunas mujeres llegan a experimentar mareos, nausea,
diarrea y/o vómito.
Se
dice que la culpable de los cólicos es una sustancia que cubre al útero, la prostaglandina, y que causa que éste se
contraiga. Nuestros niveles de prostaglandina son altos al inicio del período y
van disminuyendo en el transcurso de la menstruación.
Debido
a que los cólicos no se presentan cuando una mujer no ovula, los médicos suelen
recetar píldoras anticonceptivas para aliviar los dolores; sin embargo en
algunas mujeres esto puede provocar sangrados anormales por lo que existen
otras maneras de combatirlos:
- Acostarte con las piernas elevadas o de lado con las piernas dobladas.
- El ibuprofeno y el naproxeno sódico inhiben la formación de prostaglandina provocando que los cólicos sean más leves.
- Hacer ejercicio de manera regular.
- Hacer masajes circulares suaves con las puntas de los dedos alrededor del abdomen bajo.
- Practicar métodos de relajación como el yoga.
- Dormir bien ayuda en gran medida.
- Beber líquidos calientes.
- Un suplemento de vitamina B1 o de magnesio pueden reducir el dolor.
- Baños calientes o aplicar compresas térmicas en el abdomen o espalda baja ya que el calor relaja el útero.
- Disminuir la cantidad de sal que consumimos 72 horas antes de que comience nuestro ciclo menstrual.
Samantha Aguilar
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